Hay días señalados en la historia de los deportes, de las instituciones, de los clubes o de las personas. Este sábado 25 de enero pasa a la lista de los días señalados como uno de los más importantes para muchas personas relacionadas con el hockey gallego.
En la pista del Cerceda se vivía en los momentos previos al partido una tranquilidad poco habitual. Si se reflexionase un poco y alguien tuviese que apostar un euro en septiembre a que los discípulos de Copa llegarían a la última jornada de la primera vuelta contra el Vilanova jugándose el paso a la Copa del Rey… nadie, absolutamente nadie excepto uno, el más loco que ha creído en este proyecto desde hace años, se lo hubiese apostado.
El acontecer del partido es por todo el mundo conocido. Había que ganar por 7 goles más de los que metiese el Noia de diferencia al Blanes. Es alucinante como hablamos en el mismo nivel de un equipo como el Cerceda y de otros clásicos cómo el Noia, Igualada, etc. Los elementos se ponían de parte de los gallegos ya que el partido de Noia iba más rápido que el del González Laxe y esto hacía que al llegar al descanso se supiese que habría 10 minutos de diferencia entre uno y otro.
Mientras tanto pasaba lo mismo que lleva pasando toda la temporada: el Cerceda tiene un juego impresionante, de alto nivel. Ir a Cerceda es ir a disfrutar de un ambiente entrañable, con un juego de salón vertical que impresiona, con llegadas constantes al área, innovando donde parece todo inventado. Al final es un juego de 5 contra 5 en una pista de 20x40. Pero el Mago Cooperfield ha reinventado a lo largo de estos años el estilo de juego y, lo que es más importante, ha reinventado a sus chavales.
En el partido contra el Vilanova salieron los locales a cumplir con su injusta obligación: intentar conseguir la victoria y superar la diferencia de golaverage con el Noia. Cuando este equipo se pone en modo jugón y con esa necesidad, es cierto que es difícilmente parable. Aún encima el Sr. Payero metió 6 goles de distintas facturas, Fari metió 3 en tan poco tiempo que no daba ni la posibilidad de tuitearlos, Gonzalo añadía uno más a su cuenta, Jacobo Mantiñán pellizcaba un tiro de David Torres y Grasas reventaba la bola para el decimosegundo definitivo.
De todas formas en el pabellón cercedense había muchas emociones. Conseguir meterse en la Copa, de séptimo, es un éxito impresionante y los jugadores y público eran conscientes de ello. Pero enfrente había un pequeño grupo (sólo 6 jugadores de pista y 2 porteros) que se pasaron la noche conduciendo para llegar a un partido de hockey. La media de edad de esos honestos jugadores ronda los 22 años. El Vilanova es un equipo que no está atravesando su mejor momento deportivo ni económico, pero ellos han venido a jugar al hockey que es lo que llevan haciendo desde hace años. Ni un mal palo, ni una queja injustificada, ni un reproche. Tan sólo la dureza de sus rostros de tener que salir de la pista encajando una derrota tremendamente dura, víctimas de unas reglas que tantas veces hemos criticado con dureza. Los jóvenes de Josep Lluís Delriu tan sólo querían intentar la heroica de plantarle cara al equipo revelación de la liga, de intentar hilvanar alguna jugada cuya posesión durase más de 15 segundos. Les costó mucho trabajo pero no por ello dejaron de trabajar durante todo el partido. Ver al más joven del equipo apoyado en la valla después de encajar el décimo gol animar a sus compañeros para seguir intentándolo mientras llevaban la bola al centro de la pista, fue realmente impresionante. Los 1.000 kilómetros de ida conduciendo de noche seguro que se les hicieron, en el fondo, mucho más llevaderos que los de vuelta. Para nosotros el Vilanova siempre tendrá un hueco en nuestra memoria y si existe la más mínima posibilidad de salvación para su club ésta temporada, estaremos en Les Casernes animándoles después de tomar un bocata preparado por el Sr. Joan Canals.
En definitiva, el Cerceda entrará en el bombo del sorteo de la Copa del Rey y estamos seguros que ahora sí que habrá más de uno que se juegue ese euro a que pasa alguna ronda.
Por otro lado, el Liceo, no nos olvidamos de ellos, aniquilaron al Vendrell con un contundente 9-1 y además de consolidarlos en la segunda plaza, su ataque gracias esta a un nivel impresionante, sigue el idilio con el gol de Toni Pérez y, como no, Lucas Ordoñez. Ya se ha comentado por estos lares que aunque la liga esta casi imposible, los verdiblancos irán a por todas en las competiciones del KO, donde las fuerzas se igualan, ya que a un partido el Liceo no teme absolutamente a nadie, Barcelona incluido.
No sabemos si a Galicia llegará la decima del Liceo o la primera del Cerceda, pero algo pescamos seguro!!!
En el complicado partido del Dominicos ante el Shum Maçanet, los del empedrado habían conseguido lo que llevan toda la temporada intentando. Con tan sólo 11 faltas en su haber y una azul por derribar a un contrario, el Dominicos no luchó contra los elementos esta vez y desplegando su juego consiguió ir por delante de uno de los gallitos de la liga sin excesivos problemas… hasta los dos minutos finales que fue donde todo el trabajo de los coruñeses se fue al traste. Los goles de dos de las grandes promesas del hockey actual, David Gelma y, sobre todo, de Roger Presas a falta de tan sólo 57 segundos acabaron con la ilusión dominica. Pasado el día la reflexión es un punto ante un rival que muy pocos equipos sacaran puntos.
Por lo demás… sin novedades en las categorías autonómicas, mucho derbi con los As doblegando a los Bs, y los equipos confirmado las sensaciones de la primera vuelta, buenas o malas según el caso. Eso si, los que madrugaron el domingo y se dejaron caer por La Catedral se fueron a tomar el aperitivo con la tranquilidad de sentir que el futuro del hockey gallego está asegurado, ¡cuánto jugón tenemos por ahí abajo mama mía! Mientras tengamos prebenjamines con tanta calidad, y sobre todo con tanta pasión y tanto nervio en la pista, y sobre todo mientras haya enanos al otro lado de las vallas con patines fisher price, la camiseta de su equipo favorito 7 tallas más grande, un stick recortado y celebrando a lo grande los goles de su partido imaginario, entonces seguro gozaremos nuestra deliciosa tapa de tortilla porque tenemos mucho hockey sobre patines del bueno por delante para seguir disfrutando muuuuuuuuucho tiempo.
Un fuerte stickazo!!!
Grande!!!
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