Cuando nos surgió la idea de crear Stickazo, había un tema que nos interesaba muchísimo: las sagas familiares en el hockey. Nos pusimos a repasar la cantidad de familias que juegan al hockey y nos quedamos realmente asustados. No podemos enumerar ni la primera ya que nos dejaríamos fuera a muchas, aunque quisiésemos mencionar a todas. Pero probablemente había una por encima del resto por muchos motivos: los González.
El hecho de surgir la idea y que fuese Jorge era todo uno. Jorge enseguida se mostró excepcionalmente colaborador de Stickazo (suya es la idea del Kinielazo) y cuando le dijimos que si se nos ocurría algo le podría apetecer escribir, nos dijo enseguida que sí, mientras la idea fuese nuestra el escribiría sin problemas. Dicho y hecho.
Jorge nunca pierde la compostura. Siempre está serio. Le ves calentar con su seriedad habitual, sale a jugar y se entrega a muerte pero sin perder las formas en ningún momento y cuando entrena a sus niños lo hace de tal manera que es el entrenador que todos queremos para nuestros hijos. Bueno sí que a veces pierde ese rictus serio y perfeccionista que le acompaña, hasta se desmelena, como cuando hace dos temporadas en Cerceda le metió tres goles al Borbolla en Primera.
Esta es una temporada clave para el Cerceda y cuando hablé este verano con Juan Copa sobre como iría la temporada y los fichajes, siempre me insistía en un fichaje clave del verano para el equipo: el de Jorge. Así que muchas gracias por el artículo y mucha suerte en esta temporada, tanto en el Cerceda como en el Dominicos de entrenador.
Cuando la gente de Stickazo me sugirió iniciar una nueva sección acerca de sagas familiares hablando de mi familia, “Los González”, sentí una mezcla de emociones. Por un lado alegría de que haya gente que nos considere una “saga” y que, por tanto, vea lo que realmente somos: una familia unida en la que el hockey siempre ha sido un vínculo fundamental. Como anécdota recuerdo un día que un ex-compañero de equipo se enteró de que mi primo Ignacio (cuyo primer apellido es Alabart) era de la familia y comentó: “¡Pero estáis en todos lados!”. Por otro lado he de reconocer que también sentí cierta responsabilidad, ya que debía ser capaz de escribir algo que hiciese justicia a gente tan importante para mí. El tercer sentimiento que me vino a la mente fue el de extrañeza una vez me puse a escribir. Aún a riesgo de que suene impersonal, decidí utilizar sus nombres de pila para referirme a los miembros de mi familia, en lugar de cómo los suelo llamar: “mi padre”, “mis tíos”, “mi abuelo” o “mis primos”. De esta forma el artículo es más comprensible. ¡A lo que sí me he negado es a referirme a mí mismo en tercera persona!
El hecho de surgir la idea y que fuese Jorge era todo uno. Jorge enseguida se mostró excepcionalmente colaborador de Stickazo (suya es la idea del Kinielazo) y cuando le dijimos que si se nos ocurría algo le podría apetecer escribir, nos dijo enseguida que sí, mientras la idea fuese nuestra el escribiría sin problemas. Dicho y hecho.
Jorge nunca pierde la compostura. Siempre está serio. Le ves calentar con su seriedad habitual, sale a jugar y se entrega a muerte pero sin perder las formas en ningún momento y cuando entrena a sus niños lo hace de tal manera que es el entrenador que todos queremos para nuestros hijos. Bueno sí que a veces pierde ese rictus serio y perfeccionista que le acompaña, hasta se desmelena, como cuando hace dos temporadas en Cerceda le metió tres goles al Borbolla en Primera.
Esta es una temporada clave para el Cerceda y cuando hablé este verano con Juan Copa sobre como iría la temporada y los fichajes, siempre me insistía en un fichaje clave del verano para el equipo: el de Jorge. Así que muchas gracias por el artículo y mucha suerte en esta temporada, tanto en el Cerceda como en el Dominicos de entrenador.
Cuando la gente de Stickazo me sugirió iniciar una nueva sección acerca de sagas familiares hablando de mi familia, “Los González”, sentí una mezcla de emociones. Por un lado alegría de que haya gente que nos considere una “saga” y que, por tanto, vea lo que realmente somos: una familia unida en la que el hockey siempre ha sido un vínculo fundamental. Como anécdota recuerdo un día que un ex-compañero de equipo se enteró de que mi primo Ignacio (cuyo primer apellido es Alabart) era de la familia y comentó: “¡Pero estáis en todos lados!”. Por otro lado he de reconocer que también sentí cierta responsabilidad, ya que debía ser capaz de escribir algo que hiciese justicia a gente tan importante para mí. El tercer sentimiento que me vino a la mente fue el de extrañeza una vez me puse a escribir. Aún a riesgo de que suene impersonal, decidí utilizar sus nombres de pila para referirme a los miembros de mi familia, en lugar de cómo los suelo llamar: “mi padre”, “mis tíos”, “mi abuelo” o “mis primos”. De esta forma el artículo es más comprensible. ¡A lo que sí me he negado es a referirme a mí mismo en tercera persona!
Antonio González como jugador de hockey con la camiseta del Depor |
Sin embargo la mayor parte de la carrera deportiva de Antonio estuvo ligada al fútbol. Fue jugador de equipos como el Depor o el Sporting de Gijón y también fue entrenador y presidente del Depor. Aun así nunca perdió su vínculo con el hockey, llegando a ser presidente de la Real Federación Española de Patinaje (fue el único presidente no catalán de dicha federación durante todo el siglo XX) y cofundador y primer presidente de la CERS.
Necho (arriba izda.), Naci (arriba dcha.) y Jorge (abajo) antes de un partido con la camiseta de Dominicos |
Además de su parecido físico el estilo de juego también los delataba como hermanos. Disciplinados, fuertes defensivamente y con una gran calidad de pase destacaban más por sus cualidades defensivas que ofensivas. Aunque es cierto que en los tiempos de ese Campeonato de España, en el que los tres pasaban la mayor parte de los minutos en pista, Naci se prodigaba más de cara a portería gracias a la potencia y precisión de disparo que lo acompañó durante toda su carrera.
En categoría senior el objetivo del club se centró en intentar llegar a la categoría más alta posible. Tras años intentándolo se consiguen el ansiado ascenso a División de Honor (actual OK Liga) en la temporada 1979/80, con los tres hermanos en la plantilla. Los 80 son años donde el hockey se vive intensamente en Coruña. El Liceo, que había conseguido el ascenso sólo un año antes, empieza con su política de fichajes internacionales y se convierte en aspirante a títulos. Por su parte el Dominicos, con Necho y Naci en la plantilla ya que Jorge abandona el hockey activo en la temporada 1980/81, se convierte en el verdadero representante de Coruña y su cantera. La rivalidad entre los dos conjuntos y su forma de entender el hockey coruñés llegó a tal punto que no era extraño que aficionados verdiblancos insultasen a los González y otros jugadores de Dominicos en un simple paseo por los Cantones o la Calle Real.
En los años siguientes Dominicos se convirtió en un equipo ascensor, consiguiendo un nuevo ascenso en la temporada 1981/82. Hay que darle un mérito enorme a estos ascensos, ya que se consiguieron con un pleno de jugadores gallegos, la mayoría de ellos estudiantes del colegio. Aunque Naci era el que más minutos disfrutaba en la pista, Necho siguió siendo importante en la plantilla hasta que se retiró en la temporada 1983/84. Y ya con Naci como único representante en activo de la familia y como capitán Dominicos consiguió el que es hasta ahora su último ascenso a la máxima categoría nacional en la temporada 1984/85. Tras dos temporadas en División de Honor Naci decide colgar los patines en 1987, consiguiendo la permanencia en el último partido. Una mezcla de motivos profesionales, personales (nacimiento de su segundo hijo) y discrepancias con el estilo que se quería implantar en el club le llevarían a tomar esa decisión. Recibe un homenaje en el que Dominicos disputa un partido contra la Selección Española absoluta en el Palacio de los Deportes de Riazor y así se pone un punto y aparte en la representación de la familia González como jugadores de hockey.
Tras la retirada, los tres hermanos se mantuvieron ligados al hockey en Dominicos como entrenadores. Los tres, junto con algunos otros compañeros, tenían un sentimiento romántico acerca de lo que era Dominicos y defendían que debía estar formado casi exclusivamente por jugadores gallegos y especialmente del colegio, aunque los objetivos deportivos fuesen modestos. ¡Quizás les deberían haber hecho caso! Se mantuvieron en sus trece aun cuando la nueva política del club, que abogaba por una mezcla de fichajes y gente de la casa, llevó a Dominicos a la consecución de su mayor éxito deportivo (la Copa del Rey). Sin embargo, no entonaron un “ya lo dijimos” cuando esa misma política llevó al club a desaparecer por problemas financieros y sí arrimaron el hombro durante los años posteriores para su refundación. Tras muchos años decidieron pasar el testigo a gente joven con más ánimo, ganas y fuerza. Actualmente, Jorge se dedica a enseñar a patinar a niños en Compañía de María y las Escuelas Municipales y Naci siguió los pasos de su padre ejerciendo labores como vicepresidente de las Federaciones Gallega, Española y Europea.
Si alguien ha sido capaz de llegar hasta este punto del artículo, supondrá que toca hablar de la tercera generación, que para gente más joven será más conocida. Por una simple cuestión de edad la responsabilidad de volver a representar a la familia en las pistas coruñesas recayó sobre mí. Siguiendo los pasos familiares jugué en Dominicos durante todas las categorías base. Y también siguiendo la estela familiar mi aportación siempre ha sido mucho más importante en la faceta defensiva que ofensiva. Al tener la suerte de pertenecer a una muy buena generación de jugadores, tanto a nivel de Dominicos como en Galicia en general, mis compañeros me dieron la posibilidad de luchar por reeditar el éxito familiar en el Campeonato de España llegando a tres finales (dos con Dominicos y una con la Selección Gallega). Sin embargo, faltó siempre dar ese último paso, quedándome como el único de la familia que no tiene un Campeonato de España en su haber.
Selección Gallega Campeona de España Infantil en la temporada 2002 / 2003, con Antonio como jugador y Naci como federativo |
Aún en las filas de Dominicos pasamos a compartir el mismo sueño de volver a poner al club en categoría nacional. En los años siguientes el equipo senior consigue llegar a dos fases de ascenso. En la segunda de ellas, la temporada 2005/06, nos encontramos ambos en el mismo equipo que busca dicho ascenso en el último partido de la temporada en un repleto pabellón del Agra del Orzán. Sin embargo los Pablo Álvarez, Pablo Cancela, Josep Sellas, Jaime Lobón y compañía frustran ese intento.
Equipo de categoría base de Dominicos donde coinciden Jorge y Antonio |
Tras ese partido ese equipo de Dominicos va perdiendo piezas. Aunque Antonio se mantiene tres años en el club, después decide retornar a Compañía en un ambicioso proyecto que todavía sigue en pie para buscar el ascenso a Primera División. Yo por mi parte marcho a jugar en dicha categoría al Patín Coruña y actualmente al Patín Cerceda, con un año intermedio en Liga Gallega en Compañía donde pude coincidir de nuevo con Antonio. De todas formas el año pasado me volví a vincular a Dominicos colaborando como entrenador de equipos base.
Y mientras todo esto sucedía, Ignacio, quien es muy probable que llegue a ser el jugador de hockey más importante de la familia, iba creciendo en el club de su colegio: Compañía de María. En este caso el apellido González le viene por parte de madre, pero por delante tiene otro apellido muy ligado al hockey: Alabart. Su padre Kiko fue durante muchos años jugador del Reus y del Liceo, equipos de la élite de División de Honor. También fue capitán de la Selección Española absoluta en múltiples ocasiones, con la que se proclamó, entre otras cosas, campeón del mundo.
Foto de la Selección Gallega, con Ignacio entre los jugadores, celebrando el Campeonato de España este verano |
Pero este verano ha sido completo en cuanto a la evolución de Ignacio como jugador. Para empezar, este título con la Selección Gallega y su indudable calidad le abrieron las puertas de la Selección Española Juvenil, siendo el primer miembro de la familia en vestir la camiseta nacional en competición oficial. Muchos años atrás Naci se había quedado a las puertas de la selección Junior, siendo el último descartado antes del campeonato. Antonio y yo también acudimos a preselecciones y yo incluso tuve la suerte de ser seleccionado para un torneo no oficial, el Torneo Internacional de Macao. Pero Ignacio fue el primero en disputar un torneo oficial. Además fue titular en la mayoría de partidos disfrutando de muchos minutos y siendo clave en la consecución del Campeonato de Europa. Tengo confianza ciega en que no será su último éxito con la elástica nacional
Foto de la Selección Española juvenil Campeona de Europa este verano, con Ignacio entre los seleccionados |
Pero no sólo los seleccionadores gallego y español se fijaron en Ignacio, sino que también lo hicieron los responsables de la cantera del todopoderoso Fútbol Club Barcelona, que este verano le ofrecieron la posibilidad de recalar en su equipo juvenil, conviviendo en La Masía con las futuras promesas no sólo de hockey sino también de otros deportes como fútbol o baloncesto. Ignacio es un romántico al estilo familiar y le costó mucho dejar Compañía de María, el club que para él lo representaba todo (al estilo de Dominicos para el resto). Sin embargo entendió que la oportunidad que se le brindaba era excepcional y ahora lo tenemos deleitando al público catalán con la camiseta blaugrana.
Y esto es todo por ahora. Muchas gracias a Stickazo por fijarse en nosotros como una “saga” del hockey gallego. Este extenso artículo es un resumen de la historia familiar con respecto al hockey... por ahora. Para suerte o desgracia (según quién y cómo lo mire) esta historia no ha acabado.
Muchas gracias Jorge y un fuerte stickazo a todos.
Muchas gracias Jorge y un fuerte stickazo a todos.
Bueniiiiiismo
ResponderEliminarEnhorabuena por ese pedazo de articulo
Espectacular. Enorme familia... Viva DOMINICOS!!
ResponderEliminarEsto es amor familiar al hockey. No he visto jugar a ningún González, pero sí a Igna Alabart, y es todo un espectáculo. Es el jugador que hace una tremenda jugada en una baldosa. Silencioso, correcto, no se oye, no se ve, no se siente, pero cuando te das cuenta ya te la ha metido.
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