Cuando al principio de temporada valoramos el tener un corresponsal de Stickazo “polo mundo adiante” para que nos trajese historias de hockey sobre patines de los lugares más recónditos de nuestro planeta la verdad es que no lo teníamos muy claro; mucho gasto, mucho papeleo…Azo me decía con razón que había que afinar muy bien con la persona que elegiríamos para tan importante y arriesgada misión, no podíamos fallar!!! y fallamos…
Después de un duro casting nuestro elegido fue Joan Portas (también conocido como Juan Porta) por varios motivos: Después de las últimas derrotas del Dominicos Veteranos frente al potente NoBalas el pobre andaba bastante cabizbajo y necesita una motivación para seguir adelante, además era evidente que ninguna chavalita lo echaría en falta, y lo que era seguro ,tal y como están las cosas, es que ningún estudio iba ofrecer curro a nuestro entrañable arquitecto barbudo recién salido de la escuela.
Lo siguiente era escoger el primer destino para nuestro corresponsal. Gracias a un impresionante trabajo de investigación y documentación por parte de Azo descubrimos un equipo de hockey patines en el desierto Kurdistán, sin embargo Joan, rápido y listo como nunca lo fue en la pista, nos propuso empezar con un destino algo más placentero, Brazil. Eso si, con la firme promesa de que al cabo de una semana, y una vez realizado el reportaje, se embarcaría en el primer avión con destino al Kurdistán. De esto hace ya un par de años…
Después de un duro casting nuestro elegido fue Joan Portas (también conocido como Juan Porta) por varios motivos: Después de las últimas derrotas del Dominicos Veteranos frente al potente NoBalas el pobre andaba bastante cabizbajo y necesita una motivación para seguir adelante, además era evidente que ninguna chavalita lo echaría en falta, y lo que era seguro ,tal y como están las cosas, es que ningún estudio iba ofrecer curro a nuestro entrañable arquitecto barbudo recién salido de la escuela.
Lo siguiente era escoger el primer destino para nuestro corresponsal. Gracias a un impresionante trabajo de investigación y documentación por parte de Azo descubrimos un equipo de hockey patines en el desierto Kurdistán, sin embargo Joan, rápido y listo como nunca lo fue en la pista, nos propuso empezar con un destino algo más placentero, Brazil. Eso si, con la firme promesa de que al cabo de una semana, y una vez realizado el reportaje, se embarcaría en el primer avión con destino al Kurdistán. De esto hace ya un par de años…
Al principio Joan se tomaba la molestia de ofrecernos disculpas baratas para explicar su demora: me queme el culo en la playa de Ipanema, me nombraron rey de la comparsa Mangueira del carnaval de Rio….una vez se dio cuenta de que ya nos había hecho el lio no se molestó más, y sólo sabíamos de su existencia porque nunca faltaba a su cita para recoger los giros bancarios que con tanto sacrificio le enviábamos religiosamente. La semana pasada por fin recibimos un mail donde se recogía su arduo trabajo de 2 años en el duro, hostil y desapacible Brazil…y la verdad es que la espera ha merecido la pena!!!
Con un estilo 100 % Stickazo Joan nos descubre las esencias del hockey patines en Brazil, donde el hockey, como la vida, se vive y se disfruta al 100 %, donde la pasión y el alegre carácter brasileiro de sus jugadores les hace superar cualquier dificultad que se pueda presentar para divertirse jugando al hockey sobre patines…en definitiva y como nos decía Joan embriagado por la emoción (y también por los cobatas) cuando nos visito en la pasadas navichuzas….BELEEEEEEEZA:
La temporada se acaba y, desde la distancia, parece que ha estado completita. Algún Campeonato de España, Ascensos épicos y alguna que otra polémica, que esto es hockey. Antes de la resaca y de la pausa hasta la próxima temporada es bueno publicar alguna historia de motivación para que el gusanillo del stick no nos abandone antes de volver a las pistas. Por ejemplo, la de cualquier equipo de hockey brasileño. (Mentira, lo que pasa es que hace meses le prometí este articulo a Stickazo y corro el riesgo de no ser bien recibido en casa).
A quien le pregunten por Brasil le vendrá a la cabeza (no necesariamente en este orden): sol, playa, garotas que quitan el hipo, samba, caipirinha y futbol. Y, para no simplificar tanto, algún entendido aportará: bossa-nova, feijoada, petróleo, Amazonas, rodizio, sol, playa y garotas (ah! que estaban repetidas). Parece difícil encontrar algo que se acerque al hockey, al menos por ahora no se puede patinar sobre arena.
La realidad no niega ninguno de estos tópicos. Hay ocho clubes en todo Brasil (mapa): tres en el estado de Pernambuco (Nordeste), cuatro entre los estados de São Paulo y Rio (Sudeste) y otro en Fortaleza (Nortedeste también, pero más lejos). Para que nos hagamos una idea en términos de distancias europeas, los equipos de Rio y São Paulo entrenarían en España, los del Nordeste en Dinamarca y los coitados de Fortaleza en Suecia. Como mínimo, estarían jugando la Champions.
Si a este problema le sumamos que el hockey no se practica en los barrios más acomodados de las capitales (ahí son más de ir al gimnasio y estar guapos), la situación se agrava. A pesar de ser clubes pequeños, casi familiares, situados en lugares recónditos, para mantenerse dependen mucho de las ayudas de patrocinadores (si los hay) o de los ayuntamientos, no siempre dados a ofrecer ayuda a un deporte tan minoritario si no reciben a cambio buenos resultados, por lo que a veces, que complete el equipo un portuga o un galego se ve como una salvación, y si puede traer un portero para el campeonato, mejor.
Pero todo esto no va con el carácter brasileño. O cara no se preocupa de si hay dinero, o cara quer jogar. O cara no se importa si casi no tiene equipo, si casi no tiene ni porterias, si entrenan al mismo tiempo alevines, junior, senior, veteranos y chichas, o si se entrena de 12 a 1 de la madrugada, o cara treina (e se tem garota do lado ainda da uma ajudinha). Hamburguesa de furgoneta (no una furgo cualquiera, una VW Combi por la que algún Boedo daría oro), un poco de descanso (o samba), y a entrenar de nuevo por la mañana. O cara no se preocupa de si el país está corrupto (como otros), si el tipo más rico del país pierde el 90% de sus valores en bolsa, o cara poupa para um stick novo, uma luva nova... o cara fica feliz se você me da as suas velhas. O cara se diverte.
Y así se pasan año tras año, esperando que llegue el entrenamiento de cada semana preparandose con ilusión la hora del "Brasileirão", cruzar el país en autobús (no, no es como ir a jugar a Cataluña), jugar ocho partidos en una semana y vuelta.
Algunos (y algunas) privilegiados podrán jugar el Sul-Americano el año próximo, con suerte viajar a Chile o Argentina. Incluso sin haber ganado el Brasileirão, podrán reforzar al ganador y juntarse para representar mejor al país.
Por qué no, uno o una de ellos vestirá la camisa amarela. Le llevarán a Suiza, saldrá en televisión, retransmitirán sus partidos online en idiomas extraños, llevará el nombre de su familia en la espalda, jugará contra algún grande, la próxima vez en Angola, en agosto. Allí se encontrará con los Jordi Bargalló, Toni Pérez, etc…
Al final, un garoto que jugaba al futbol descalzo en el medio de la mata atlántica y un dia se puso unos patines volverá a casa para contarle a la tía (en Brasil, por tía se refieren a cualquier persona con la que has crecido, que te ha educado, que ha sufrido por ti, no solo la hermana de tu madre) que ha visitado 3 continentes.
No es fácil jugar al hockey en Brasil, quizás por eso las alegrías y emociones sean mayores, quizás por eso valoro mucho más el trabajo de Bouchardet (Buxa) y Alex Marques por mantener vivo el hockey en Correias y la bienvenida que me dan cada vez que quiero volver a ponerme los patines.
Basta poner "hoquei patins Brasil" en youtube o buscar por los archivos de HockeyGlobal para ver algo de hockey brasileño, pero hace ya un tiempo, alguien (o alguna tarde de internet intenso) me recomendó este vídeo sobre el Panyee F.C. malayo, y aunque es fútbol, la situación es parecida.
Un fuerte Stickazo!!!
Que buen reportaje, y me sorprende mucho porque pensé que en Brasil el Hockey estaba un poco más masificado visto el nivel de su selección. En comparación, acá en Colombia hay muchos más clubes y en muchas más ciudades, sin contar el apoyo que tienen las selecciones nacionales.
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