A estas alturas de nuestra historia ya sabéis que en Stickazo somos muy de seriales para nuestros artículos. Están los “Porque era tan bueno …” o “El partidazo según …” por poner un ejemplo. Nos encanta darle al melón y quemar el whatsapp en busca de nuevas temáticas y, sobre todo, lo que nos emociona, excita, divierte y apasiona, es luego recibir los artículos de nuestro queridos y añorados colaboradores para releerlos en la intimidad y, claro está, publicarlos….porque insistimos….Stickazo somos todos!!!
Bueno, pues el otro día nos tomamos un ligero “Descansillo” ya que necesitaba una sesión diván de esas de Azo que tan bien me sientan y mientras degustábamos ricas viandas y arreglábamos el mundo –el nuestro por lo menos-, nos surgió un tema para un nuevo serial: ”Cosecha de ...”, donde se trata de recordar un poco las distintas generaciones míticas, por calidad, por los personajes que la componen, o por lo que a cada uno le apetezca, de jugadores de hockey patines gallego, o de donde sea, qué carallo! Que tenemos colaboradores repartidos por medio mundo…
De arriba a abajo y de izquierda a derecha: Hugo Ramos, David Rodríguez, Jorge González, Jacobo Mantiñán, Jaime Piñeyro, Pepo Chaver, Juan Fariza, Abeledo, Carlos Vázquez y Pablo Togorres |
Como es la primera, nos toca empezar a nosotros. Me hubiese gustado empezar con la mía pero en honor a la verdad tengo que reconocer que no será una de las más recordadas precisamente… más allá de algún jugón, como mis fieles escuderos Xato y Pmr7, Pablito Calamar o el mejor de todos, Hugo Sobral. El talento en la pista de hockey, no así en la de baile, no abundaba demasiado… sin embargo la mía viene precedida de una de las generaciones más prolíficas en talento de los últimos 30 años, con jugadores y porteros de la talla del gran Dani Freire, Bolo, Magic Silva, Abel, Jacobo Losada, Cosco, César, Foni Cubeiro, Luigy, Johny Font, o el todavía en activo en las filas del Borbolla, Javi. Pero espero y deseo que aparezca algún ingenioso colaborador al que le apetezca recordar a aquella mítica generación del…
La cosecha de la que vamos a hablar tiene varias peculiaridades. La primera es que había tres equipos de muy alto y parecido nivel. Esa igualdad y competitividad que se generaba fue sin duda es una de las claves de que saliera un camada tan buena, con muchos de sus muchachos siendo habituales en Primera e incluso en Ok liga en el futuro. La verdad es que la rivalidad entre los jugadores era tremenda, pero bueno, era calderilla al lado de la rivalidad que había en las gradas, con alguno y alguna de los más apasionados hooligans repartidos entre los progenitores de ambos bandos, auténticos enemigos íntimos.
La segunda es que ninguno de esos tres equipos punteros era el Liceo, hecho inaudito ya que siempre han sido dominadores, o cuando menos protagonistas, de la historia del hockey base gallego. Aquí los que partían el bacalao eran Compañía de María, Dominicos y Santa María del Mar. No necesariamente por ese orden, que luego se me enfadan!!!
Y es que la tercera particularidad es que si les hace caso a sus protagonistas, sobre todo en acaloradas charlas regadas con bebidas espirituosas, o bien en esta cosecha cada categoría duraba 5 años, o la liga la ganaban 3, o algo raro pasaba…si preguntas a uno del Domi quien ganó en benjamines te dirá que el Dominicos, lo mismo que los de Compañía o Santa María, que según su apasionado entrenador de la época ganaron todas las ligas menos una desde prebenjamines hasta junior, lo cual no me coincide con las 16 que dicen que ganaron Dominicos y las 23 de Compañía…en fin…raro, raro, raro….
Ya estáis cerca de adivinar a que cosecha nos referimos, lo cual es bastante fácil fijándose en el título del post, pero si os decimos que es una cosecha que viene precedida por una quizás más escasa en cantidad pero no en calidad donde destacaban Pepito Barreiro, Antón Dans, y Rul Riazor Blues en portería, y que por abajo estaban algunos ilustres todavía en activo como George Ibañez, Cholo o Koeman pues ya esta claro, hablamos de la Cosecha del 85.
Como contábamos 3 eran los equipos que partían el bacalao, y curiosamente 3 eran los primeros espadas del 85 con los que contaban cada equipo para batir a sus rivales. En Santa María tenían a Jacobo Mantiñan, Hugo Ramos y David Roel. Manti desarrolló pronto (o heredó) un dominio de los fundamentos brutal, era todo técnica y habilidad con unos registros goleadores que asustaban, su hockey champagne volvía locos a los rivales. Su compañero en ataque era David Roel, con el que se entendía sin mirarse, que destacaba sobre todo por tener un estilo de patinar y jugar súper elegante, además de por su gran conocimiento del juego y perfecta lectura de los partidos –de la que sigue haciendo gala en las gradas hoy en día-, un jugador de esos que siempre juega bien y que hace mejores a sus compañeros, de los que tanto gusta a los entendidos como Stickazo. Y en defensa estaba Hugo Ramos, el encargado de aportar solidez y fuerza que era precisamente el punto débil de ese equipo. Hugo era auténtico pulmón que no se cansaba de correr durante todo el partido, no tan sobrado de calidad como sus compañeros de vanguardia pero tampoco era manco, defensa de los de antes, duro, contundente y que no se complicaba la vida, lo que tiene que hacer un buen defensa.
En Compañía de María tenía a Juan Fariza y a Pepo Chaver. Fari es el claro ejemplo de los resultados que da el trabajo, el entrenamiento y la pasión por un deporte. Al principio destacaba sobre todo por su corpulencia ya que era un mangallón mucho más grande que los chavales de su edad, desequilibraba sobre todo por fuerza, poco a poco fue evolucionando y mejorando muchísimo técnicamente haciéndose un jugador mucho más completo y mejor, otros se hubiesen conformado con arrasar en prebejenjamines y ser un bananas al llegar a junior. Todo lo contrario era Pepo, que era un filusmiñas y que sobrevivía a base de técnica pero sobre todo de inteligencia, la cualidad más importante para destacar en una pista de hockey. Sabía sacarse un rendimiento extraordinario, apareciendo como y cuando tenía que aparecer en ataque siempre, y siendo muy perro en defensa, un jugador de esos que no es más bueno porque no puede, lo cual es un elogio tremendo.
Y en portería tenían a Carlos Vázquez “Junior”, probablemente el mejor gardamallas de esta cosecha. Portero más de colocación que de reflejos, de trabajo que de talento, cuya mayor virtud era la regularidad y la sobriedad, que es lo que se le pide a un portero. Muy pronto se marchó al Dominicos, una decisión que generó muchísima polémica y levantó ampollas en la época, lo que propició la llegada del otro gran portero de la generación a la Compañía, Abeledo. Llegó un poco verde pero el salto a un equipo competitivo le hizo ponerse las pilas y mejoro muchísimo hasta convertirse en uno de los mejores porteros gallegos en el momento de su prematura retirada.
En Dominicos tenían a Jorge González, Pablo Togores y Jaime Piñeyro. Jorge desde prebenjamines jugaba como un profesional, dejaba la lucidez para otros y el tío se dedicaba a currar y currar, lo tenía clarísimo. Era el bombero del equipo apagando fuegos aquí y allá donde más se le necesita, además una locomotora que no paraba 1 minuto. Pablo Togores era potencia y energía al 200 %, no tenía la muñeca privilegiada de sus hermanos, sobre todo de Luis, pero tenía un carácter y una intensidad en su juego increíble. Como decíamos desequilibraba más por potencia que por calidad, que ojo también la tiene, pero desequilibraba muchísimo. Y es que si hablamos de calidad aquí hay que descubrirse con el gentleman Jaime Piñeyro, reconocida debilidad de Stickazo, al que era una autentica delicia verle jugar. Para nosotros uno de los jugadores más completos y mejores que han salido de la cantera gallega últimamente, hacía de todo y todo bien, sobrado de técnica con un físico privilegiado era además muy listo en la pista, quizás le faltaba un poco de gol, pero nadie es perfecto. Sólo Panchito Velázquez.
Segura, e injustamente, nos habremos olvidado de algunos otros jugones de tan generosa cosecha, con tantas uvas de buenísima calidad, como Xalo con el que mantengo amenas charlas hockisticas degustando la tortilla más rica de toda Coruña, pero para eso están los comentarios y quien quiera recuerde y reivindique a sus predilectos, todos agradeceremos tan generosa aportación…
Con el paso del tiempo hubo juego revuelto, muchos cambios de equipos, los que fueron rivales pasaron a ser compañeros y viceversa, muchos llegaron a lo más alto, incluso a la Ok liga. Otros se retiraron pronto, demasiado pronto, pero todos tienen en común formar parte de una de las mejores cosechas del hockey gallego de los últimos años, que tanto nos hizo disfrutar a los aficionados del hockey patines.
Un fuerte stickazo!!!
P.d: No queríamos acabar si una pequeña reflexión: la perspectiva de lo vivido por esta generación dentro y fuera de las pistas nos enseña que al final nada es para tanto, que las decisiones tomadas por cada uno en su momento quizás fueron lo mejor para todos, o no, pero que no fueron tan graves. Que las rivalidades están bien, muy bien, pero que hay que respetar ciertos límites porque al final en el hockey gallego somos 4 pelagatos, que todos al final donde dijimos digo luego dijimos diego, que mejor llevarnos bien que mal, o por lo menos soportarnos, y que no hay rivalidad, por muy acérrima y extrema que sea, que pueda con la amistad forjada por unas, muchas, botellas de sidrina…
Otro fuerte stickazo!!!!
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ResponderEliminarSiempre pensé que era obra de Chino, otro jugón
EliminarBueno, por partes, pero empezando fuerte.
ResponderEliminarLos que ganaban las ligas éramos los de Santa María, excepto en alevines que ganó Compañía… pero dimos buena cuenta de ellos en el Campeonato de España en Manlleu.
Yo soy del 86 pero me considero parte implicada en esta generación del 85 ya que, con mi hermano Yago Liste, completábamos ese equipo de Santa. Mi equipo, Santa María. Nuestro entrenador, Manti. El mejor entrenador que he tenido hasta hoy y que hacía equipos, como decís, muy técnicos. Casi prohibido el chut de pala desde cerca del portero, nosotros la "acompañábamos". También dominábamos el uno contra el portero, casi infalibles, con ese "regate redondo" de Manti (gancho para el resto de los mortales), pero es que el regate redondo de Manti, no era un gancho, era "el gancho". El claro ejemplo de lo que nos ensenó Manti, aunque no a todos nos cuajó de la misma manera, es su hijo Jacobo. Pero es que el que no lo haya visto de pequeño, se lo pierde, yo tuve el placer de verlo todos los martes, jueves y sábados durante muchos años.
Es una pena que no tuviese continuidad ese equipo, aunque ya sabemos que en Santa María tiene que salir una buena generación, como esta, que consiga estar ahí arriba hasta infantiles, sin fichajes y entrenando bajo la lluvia (lo cual sí hacíamos nosotros). Sólo por corregir, David era un todoterreno, no sólo su clase sino una garra y una entrega increíbles. Si jugaba yo, él era un defensa impecable (sí, yo hasta infantiles era un ratón de área) y si jugaba Yago, era quién decís que era, un delantero regular y trabajador.
El Compañía era otro equipazo, al que de pequeños siempre les faltó el cuarto hombre y quizás les cortaba un pelín las alas. Cierto es que cuando Carlos cambió de aires, con Abeletas y el negro Keko hicieron un buen quinteto, aunque duró poco al irse en bloque al Liceo en juveniles.
Y el Dominicos, equipazo, pero habéis cometido un crimen en vuestro artículo. La generación siguiente a esa (la mía o la de George), al igual que este dominicos, no sería nada sin el talento anárquico de Piño, era buenísimo. A los ya citados Pablo, Jorge y Jaime, Piño daba esa chispa en momentos chungos. Por ejemplo, en la semifinal del campeonato infantil, en Tenerife y contra el Igualada, perdiendo de varios goles y con pinta de no acabar bien, Piño, no sé cómo, consiguió expulsar a Dani López (ex de Lleida, Igualada, Barça, Calafell y ahora jugador del Vilanova), directa que meten y se enganchan al partido de nuevo. Ganaron las semis en penaltis.
También decir que Jorge siempre fue un jugador discreto, correcto y disciplinado, pero qué cambio dió en junior de segundo año, mi madre!!! Qué manera de aprovechar el viaje. Pablo se fue a Patín Coruña a jugar en Primera, Jaime empezaba la universidad en Ferrol, siendo el claro líder del equipo pero sin poder entrenar al 100%. Sin que el propio Jaime hiciese mal año, lo de Jorge fue épico. De repente, no sabemos por qué, se convirtió en un Box to Box total, el mejor defensa de la liga pero ahora un gran goleador (sin excesos en regatitos y eso, seguía siendo Jorge).
La verdad es que eran ligas muy chulas. Recuerdo la final de prebenjamín contra dominicos y esa primera tarjeta azul a Hugo Ramos por un placaje a Pablo Togores, que ganamos 4-3 (dos goles del menda), o en el partido decisivo en benjamines, que les mojamos bien la oreja a mis amigos Pepino, Dardo o Fari.
Por partes Koeman,
EliminarLo 1º por favor haz el favor de acreditar conforme a Derecho todos esos títulos de los q alardeas, mientras tanto no deja de ser papel mojado lo q escribes....
lo 2º es no sabes como disfruto con tus extensos y cultivados comentarios en nuestro blog, me da muchísima rabia q otra gente no se anime xq se podrían generar animosas conversaciones o encendidos debates...pero bueno tú no decaigas por favor!!!
la verdad es q dudamos muchísimo si enfocar el artc sólo hacia los del 85, o extenderlo a toda la generación, tanto la tuya del 86, como la del 84, q en realidad hubiese sido lo más justo y acertado pero bueno...salió así. Por eso no mentamos al gran Piño, q como nos recordaba Pablito Cancela, y así lo relatas, era un jugón desfasado.
Por último, leyendo tu comentario, cuyas precisiones me han encantado, creo q tb deberíamos haber hecho mención a los entrenadores de esta gran cosecha. De Manti ya lo has dicho todo, yo por miedo a no encontrar las palabras correctas y cenar solo en Nochebuena el resto de mi vida solo diré que me sorprendió mucho cd lo conocí personalmente, ya que no tiene nada q ver con la imagen q tenía de él al verlo en el banquillo. Dicen las crónicas de la época q era un jugador super técnico, y es evidente a la vista de las características de sus pupilos que tb fue un gran entrenador de técnica y q logró crear un equipo con un espíritu de grupo, de familia, de orgullo hacia unos colores, fuertísimo, q para mi es casi la más importante labor de un entrenador.
Respecto a Compañía en primer lugar destacar a su primer entrenador, mi hermano, Manuel Boedo, que yo creo que fue el q les inculcó la pasión por nuestro amado deporte, y como no al gran Jose “el gordo” Ares uno de los personajes más entrañables del hockey coruñés, q algún día tendrá el artc q se merece, q tanto enseñó a estos y otro muchos jugadores del hockey gallego.
Y respecto al Dominicos destacar a Carlos Vázquez, no se quien más les entrenó, que fue mi entrenador “de toda la vida” y una de las personas que más enseñó del hockey, por supuesto, pero también de la vida. A Carlos Vázquez siempre le estaré eternamente agradecido por todas sus enseñanzas y por su cariño, que es mutuo.
E mais nada, vete pensando “tu cosecha”….
Stick
¡Gran artículo! ¡Lo que he disfrutado yo con todos esos duelos!
Eliminar¡Y cuántas veces me habré parado yo a pensar en esa generación del 85!
Y como comenta Jaime, la verdad es que las generaciones del 84 y del 86 están también muy relacionadas con la del 85. En el Domi unos años estaban Piño y George y otros era Israel. En Santa María unos años estaban Pepe y Perille y otros Jaime y Liste. De Compañía no recuerdo jugadores del 84 y el 86.
Y respecto a los entrenadores de la generación del 85 en Dominicos, si no me falla la memoria estuvieron: Copa, Javuchi, Manolo Souto, Yáñez, Carlos Vázquez y ahora no recuerdo más, creo recordar que en algún momento también estuvieron Luis y Manuel.
Bueno, pensé que te fiarías de mi memoria, pero veo que necesitas demostración.
EliminarNo pasa nada, seguramente en la sección de hemeroteca de la web de la federación gallega aparezcan los campeones, con sus goleadores y crónicas de los partidos decisivos. De todas formas, si no eres capaz de encontrarlo ahí, un día nos tomamos una estrellita en mi casa, con unas croquetas de la mamma (famosas en el vestuario de Compañía) y te deslumbro con el medallero. Por eso no te preocupes.
Por cierto, muy buen artículo. Las fuentes deben haber sido buenas
ResponderEliminarpues le decis a tito de mi parte q deje de atribuirse apodos asi de gratis; q ya llevo yo casi 15 años cargando a mis espaldas con mi apodo, y ese si q fue obra de tito.
ResponderEliminararticulazo joder, el gran abeledo dios mio, el dardo, manti, jorge, buffff, muy jugones todos. recuerdo q siendo yo juvenil de ultimo año en el liceo airtel ibamos lideres con todo victorias y llego ese santa maria (tb hay q decir q estaban jimy y pepe) y nos empató a treses; unico empate en toda la temporada mas el de la final del campeonato de españa. mucho merito esa generacion de oro. ala venga abur
En defensa de los de Santa María del Mar he de decir que coincidí con ellos en un sector en Grado, siendo yo juvenil y ellos alevines. La exhibición que dieron Jacobo y Pepe Barreiro la recordaré toda la vida. Por desgracia nuestra actuación en el sector no fue tan buena como la suya.
ResponderEliminarAl año siguiente jugamos el sector, también juvenil, en Sevilla coincidiendo con el Compañía de Pepo y Juan Fariza. Lo ganaron de calle, pero no me impresionaron tanto como los de Santa María, que el que mas o el que menos te hacia dos ganchos seguidos que te dejaban buscando la bola entre los patines. Por suerte en el sector de Sevilla pudimos igualar el puesto de los pequeños. u
Luis, justo el otro día, al ver el artículo, me puse a repasar fotos y ahí os vi, el Traviesas en Grado, que a alguno de tus compañeros recuerdo que llamabais "indios" por sus melenas, jugando contra Javi Sama o Reteta en el Areces.
EliminarPor nuestra parte fue un buen sector, yo aún era benjamín pero es cierto que Pepe y Jaco ya arrasaban. Es eso, éramos un equipo muy técnico y Manti nos tenía muy controlados con una disciplina tremenda