miércoles, 19 de febrero de 2014

De cómo matamos al hockey femenino gallego, desde dentro. Por Núria Reguera

Hemos recibido este articulazo de Núria Reguera. Sabéis que tenemos por costumbre publicar todo los que se nos manda, sin cortapisas. Pero es que además en este caso había varios motivos que nos incitaron a hacerlo. Para empezar el hecho de que fuese un artículo sobre el hockey femenino, nuestra asignatura pendiente desde el inicio de nuestro blog. Lo intentamos, pero no somos capaces de darle cobertura. Una vez más, lo sentimos. Pero es cierto que hemos tirado la caña a varias personas para que se animasen a publicar sobre este tema, a personas involucradas con el hockey y más con el femenino. O nuestro poder de convicción es muy bajo (que lo es, es un hecho, sólo hace falta ver cómo han huido los colaboradores del masculino... hasta Koeman con camiseta y todo) o es que hay algo enquistado que no les deja progresar. Es algo de lo que todo el mundo habla... "buffff, si yo te contará del hockey femenino..." pero de lo que nadie quiere remediar, poner las cartas encima de la mesa, reflexionar, hacer autocrítica y avanzar después. Que si en Vigo... que si en Borbolla... que si en Santiago... que si... Y tú, ¿qué haces por el hockey femenino? No por tu hija, no por tu equipo, por el hockey femenino!


Por otro lado Núria nos mandó un mail tremendamente humilde y sincero, manifestando que lo único que quería era hacer un ejercicio de autocrítica ya que siente pasión por el hockey y le da lástima lo que le sucede al hockey femenino en Galicia.

Muchas gracias Núria. Primero por acordarte de nosotros, se nota que no nos conoces, las chicas no se fijan en nosotros, y menos en Stick. Pero sobre todo gracias por plantarte delante del word para poner la primera línea para este interesante debate, que incluso deberíamos de extender, seguramente, a todo el hockey femenino.

Tan sólo mirando el número de equipos femeninos que hay compitiendo en la Liga Gallega ya debemos darnos cuenta de que algo estamos haciendo mal. Seis equipo femeninos, cinco clubs con sección femenina en categoría sénior de los catorce que tenemos en Galicia. Habría que preguntarse el porqué, no?. 

No se trata de achacar la culpa, como se suele hacer, a los “grandes clubs” de no tener un equipo femenino, de no apostar por el femenino. Se trata de que todos, sobre todo lo que formamos parte de este pequeño mundo del hockey femenino gallego, hagamos un sencillo ejercicio de autocrítica, y nos preguntemos ¿qué estoy haciendo yo por el femenino? Y es que amig@s, los culpables de que esto vaya de Guatemala a Guatepeor, somos principalmente los que de él formamos parte, de una u otra manera.

Por la pésima relación entre los distintos equipos; la mala propaganda que, con esta y otras actitudes muy del estilo, se da más allá de Piedrafita del hockey femenino gallego. Por marcarnos unos a otros horarios imposibles e incompatibles con otras competiciones, que lo único que pretenden es engrandecer este deporte, en contra de lo que muchos piensan y se empeñan en entorpecer. Por tratar de darnos el mayor número de problemas posibles los unos a los otros. Los partidos se juegan en la pista, no en los despachos ni por teléfono. Dejemos de desvirtuar algo que tan costoso es de mantener. Dejemos de portarnos como animales y que la liga femenina se aleje de la imagen de Sálvame Deluxe que se está dando. Ya somos pocos, dejemos de echarnos mierda por favor.
Me pregunto si en Cerceda o en Riazor sucede lo mismo que en Monte Alto o en Bouzas, donde a veces se va a aplaudir y animar al equipo rival con fervor propio de los Ultra Sur. Ojalá en el futuro pueda decir que me equivocaba, e ir a alguna de las pistas gallegas a ver un equipo de Ok Liga Femenina, y ver cómo nos hemos curado de envidia insana, odio y perjuicios y, a mostrar mi apoyo a las nuestras, que al fin y al cabo, serán las que en ese momento tengan la difícil tarea de tirar del carro. Y ojalá también que encuentren un panorama distinto y menos desolador al que tenemos hoy, con un apoyo unánime, dentro evidentemente, de la rivalidad sana que debe existir, no debemos olvidar que son varios los equipos que compiten, pero cuando de salvar al hockey femenino se trata, lo que deberíamos buscar es un trabajo colectivo y no el suicidio hacia el que nos empecinamos en caminar,

Ayudémonos entre todos, no como individuos, no, como grupo que lucha por sacar adelante el hockey femenino, y que las niñas, con unas cualidades impresionantes, aspiren a estar en una competición seria, deportiva, divertida, larga. Que esas niñas no tengan que cambiar el stick y los patines por un tutú y unas zapatillas de ballet. Porque en el pasado alguien decidió hacer ese cambio a la inversa, del tutú al stick y descubrió un hockey femenino muy diferente al de hoy, un hockey que enganchaba y te hacía aspirar a algo.

No es que se esté muriendo, es que lo estamos matando de la manera más agónica y lamentable posible. Y ojalá me equivoque, pero o empezamos a ser conscientes y consecuentes, a dejar de complicarnos y buscar de manera constante el daño al de al lado y de una vez nos comportamos TODOS como PERSONAS, o señores y señoras esto se acaba.

Volviendo al ejercicio de autocrítica, mi respuesta a qué estoy haciendo por el hockey femenino es que no todo lo que podría ni debería hacer, y no debo ser la única si vemos como está el panorama.

Basta ya de buscar el culpable fuera; basta ya de lamentarnos; BASTA YA DE CREERNOS MÁRTIRES CUANDO SOMOS VERDUGOS.

Núria Reguera.

Un fuerte (y cariñoso) stickazo!

PD. Muchas gracias a los autores de las fotos, buceando por vuestros perfiles nos hemos tomado la libertad de cogerlas prestadas... esperemos que no os haya molestado!

2 comentarios:

  1. En el articulo solo se habla de la categoría senior, pero tanto o más importante en mirar para abajo y mirar el número de fichas de federadas que hay. El futuro del hockey femenino está en las bases de los equipos, que aunque no cuente con equipo femenino ese club, puede haber niñas jugando con los niños (no se hasta que categoría pueden jugar juntos...)

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  2. Está claro que hay muchos cambios que hacer: desde la federación gallega que no da demasiada importancia a la selección femenina y que siempre acaba yendo a trompicones al torneo correspondiente; desde los clubes que no promocionan la modalidad femenina lo suficiente y las niñas acaban por dejarlo, desde las familias que no están dispuestas a los sacrificios necesarios... y un largo etc. Está muy bien que haya niñas en las categorías inferiores, como dice Oscar Parga, pero si no se pasa de ahí se producen los abandonos. Es muy difícil para una niña jugar en mixto a partir de infantil, nos guste o no hay diferencias físicas. Apenas se ven torneos dedicados a las féminas. Son pocas y por ello en este deporte pueden tener acceso a cosas tan increíbles como la alta competición o la selección autonómica. Pero es como todo si no lo cuidas, lo pierdes.Como dice Nuria se trata de no dejar morir el hockey femenino y que las que vienen detrás y que todavía tienen ilusión tengan algo a lo que aferrarse. Ha vivido momentos mejores, pero creo que si algunos nos empeñamos, volveremos a verlos

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