Este sábado y sin casi dejar a la gente echar la siesta se juega el clásico de la OK Liga, Barça contra Liceo. Clásico para nosotros, pues hay mucha gente que considera más clásico el duelo entre los azulgranas y el Reus.
Será a las 16.15 en el Palau Blaugrana. Un duelo entre el primer y segundo clasificado de la mejor liga del mundo. Sin embargo, parece que este año la marcha del todopoderoso Barça depende solamente de ellos mismos y apenas dejan respirar a sus rivales.
El Barça es un equipo hecho con los mejores jugadores del mundo (o los que lo serán en los próximos años), dominador en todo momento y que, casi siempre que llega a portería la enchufa. Veía el otro día su partido contra el Reus en diferido, es decir, ya sabía el resultado final. A medida que pasaba el partido me costaba creer que el resultado que yo sabía fuese el correcto pero sí. El Reus disputaba cada bola, tenía como mínimo las mismas ocasiones. Pero… el resultado cada vez se ponía más en contra del los tarraconenses. Esto es lo que tiene el Barça.
Lo que tiene es un equipazo hecho de 10 tíos que no bajan el ritmo de su juego en los 50 minutos que dura el partido. El hecho de que Reus, Liceo e incluso Vendrell les estuviesen quitando títulos en los últimos años ha provocado que este año se reforzasen con Raúl Marín (ex de Reus), Matías Pascual (ex de Liceo) y Barroso (repescado del Vendrell) que, unidos a los Gual, Torra, Pablo Álvarez, Panadero, etc, les convierte en un equipo prácticamente invencible.
Durante estos años hemos visto que este equipo iba perdiendo puntos en pistas en las que no debía, como Igualada o Voltregá. Sin embargo este año se está mostrando muchísimo más fiable en todos los aspectos y va de paliza en paliza (excepto en Noia).
Pero esta vez se enfrentan al Liceo, equipo que nunca se rinde y que pase lo que pase cada verano, ahí está dando más que guerra. Ya lo he/hemos analizado varias veces así que tampoco nos vamos a parar pero sí que me gustaría hacer una mención especial, de nuevo, en la influencia de Jordi Bargalló. Es increíble lo que aporta. Solidez arriba y abajo, goles en los momentos más delicados y un saber estar, ser y hacer que ya nos gustaría a todos.
Pero el que sí que se merece una mención aparte esta vez es Lucas Ordóñez. Vino con la difícil tarea de recuperar el gol y la calidad que se había perdido con la marcha de Pablo Álvarez. Quizás el año pasado fue de cierta transición pero este año, desde el momento en que se recuperó de su lesión no ha parado. Él va a lo suyo, a su objetivo que no es otro que hacer goles. Pero da gusto ver cómo lo hace sin meterse en ningún rifa rafe con contrarios (el mismo estilo que Pablo Álvarez), sin grandes protestas a árbitros o decisiones del entrenador. Si sale de inicio, bien. Si empieza en el banquillo, a esperar el momento de salir a matar. Esto es muy complicado en una posición y estilo de juego en la que está constantemente chocando, encarando defensas y recibiendo múltiples faltas. Todo ello lo sabe terminar con una cifra de goles espectacular, que a día de hoy lo pone en cabeza de la clasificación de goleadores con 21 goles.
Quizás esta vez el Liceo, con Lucas o Jordi pueda dar la campanada en el Palau y volver a ponerse cerca de los blaugrana, después de perder esos dos puntitos la semana pasada en Riazor contra el Reus.
Veremos qué pasa el sábado y veremos si podemos ver una segunda vuelta con una liga abierta o casi sentenciada.
Muchas gracias Jaime, un fuerte stickazo!!!
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